Honda Jazz (2015 - 2020)
Colorido
A primera vista, el Jazz se parece a los demás coches para toda la familia. Como es la costumbre en este tipo de coche, el Jazz tiene la trompa corta y el techo alto para garantizar el óptimo espacio. La tercera generación tiene el diseño más filudo que antes y se ve más maduro y seguro de sí mismo. Al mismo tiempo, el Jazz en el "color de introducción" naranja se ve fresco y moderno.
La verdadera diferencia está por debajo de su piel. Para economizar, el nuevo Jazz comparte la plataforma con el también nuevo HR-V. Por eso, el Jazz mide exactamente 4 metros. Son 10 cms más que antes, pero es todavía muy modesto en comparación con la competencia.
Espacio
Sin embargo, el espacio en el interior es por encima del promedio! Eso es gracias a la inteligente organización del Jazz. El estanque de combustible no está por debajo del asiento trasero como en la mayoría de los coches, sino debajo de los asientos delanteros.
Eso presenta una pequeña desventaja: no se puede guardar nada debajo de los asientos delanteros. Además, los asientos son muy cortos. Por suerte el espacio adelante es excelente. El campo para las cabezas y las piernas para los ocupantes traseros es muy arriba del promedio para un coche de este tamaño.
El Jazz comienza a brillar cuando se dobla el asiento trasero para obtener espacio para carga. Como en todos los coches, se puede doblar el respaldar para alargar el campo. Pero cuando se tiene que transportar objetos altos y no largos, es posible levantar la parte horizontal del asiento ("Magic Seats"). De esta manera, se puede disponer de la altura completa del coche. Así se puede transportar bicicletas, plantas e instrumentos musicales, metiéndolos por las puertas laterales. Ideal!
Como se debe en un MPV (Multi Purpose Vehicle; monovolumen), el interior tiene un amplio surtido de casillas, compartimientos y recipientes. Muy práctico: las chapas de las puertas están en una posición muy baja, para que queden mejor anclados contra robo.
Equipamiento
También cuando se trata del equipamiento de seguridad, el Jazz se distingue de manera positiva de la masa de coches. El coche de prueba, por ejemplo, estaba provisto de luz alta automática, "lane departure warning" (advertencia cuando se cruza sin querer las líneas sobre el pavimento), asistente para frenar en caso de emergencias (frena hasta los 32 kms/h, advierte en casos de velocidad superior) y reconocimiento de señales de tránsito. Este último está conectado al limitador de velocidad. El anterior coche que probamos con este equipo, costó tres veces más que el Jazz!
Cuando se trata de audio, comunicación y navegación, el Jazz lamentablemente no sabe convencer. En su entusiasmo, los técnicos de Honda se olvidaron de radio digital ("DAB+"). "Honda Connect" puede ser complementado con varios apps, pero por el momento la oferta de Honda es prácticamente nula. La integración con los teléfonos móviles es magra y funciona mediocremente (se tranca y se comporta imprevisible). Honda ha prometido mejoramientos en la forma de "MirrorLink", pero el fabricante Google ha parado el desarrollo de este sistema. En breve: en el campo del infotainment, Honda anda perdido en el desierto.
Prestaciones
El Jazz está disponible con varios motores en su país de origen Japón, inclusive una popular versión híbrida. En Europa hay un solo motor: el 1.3 a gasolina. Este cuatrocilíndrico es tan económico que resulta muy difícil recuperar lo que se pagaría extra por un diésel o un híbrido. La experiencia enseña que hay pocos idealistas que compran un coche por su baja emisión, y es por eso que el híbrido no ha de llegar a Europa.
Sobre papel, el Jazz presta 102 cv / 123 Nm. Al principio cuesta para dominar esta potencia. No porque el Jazz sea tan rápido, sino que el acelerador es hipersensible. Una vez que el conductor se acostumbra, las prestaciones son meritorias.
Consumo
Según indica la fábrica, el consumo promedio del Jazz es de 5 litros por 100 kms. Con un estilo de conducción muy calmado, y atravesando distancias largas, el consumo de la prueba era aún menos: 4.5 litros por 100 kms.
Éso suena mejor que la realidad. El Jazz suena tosco y, entonces, obliga a conducirlo con calma. En 100 kms/h en la sexta velocidad, llega a 3.000 revoluciones por minuto. En 130 kms/h el cuentarrevoluciones indica unas 4.000 revoluciones. Éso es tan cansador que uno de por sí suelta el acelerador. Una pequeña pauta: con combustible BP el motor parecía un poco más silencio que con la marca casera de Honda.
Un breve recorrido en la versión con caja automática CTV enseña que éste vale su precio. La transmisión continua variable CVT mantiene las revoluciones en un número agradablemente bajo. Aumenta el confort, y lo hace más fácil economizar.
Comportamiento en camino
Por su construcción alta, y el punto de gravedad elevado, su comportamiento en camino es algo menos que en un coche más bajo, como por ejemplo, el Honda Civic. La diferencia, sin embargo, es mínima. No hay necesidad que los conductores ávidos adapten su estilo. Si uno así lo desea, puede tirar el Jazz sin merced por las curvas, pero pasear tranquilo también es posible. Solamente en este sentido, el Jazz es un coche mediocre...
Conclusión
Honda jamás construye coches del lote, pero siempre trata de mejorar lo existente. Eso también vale para el nuevo Jazz. Gracias a los asientos mágicos "Magic Seats", es posible emplear el espacio a lo largo, pero también a lo alto. El equipamiento y la seguridad son generosos para un coche en esta categoría de precios.
Las características de conducción son buenas, pero no especiales. El motor de 1.3 litros destaca. Presta de forma excelente y es, en la práctica, tan económico como en la teoría.
- Amplio y práctico
- Equipamiento moderno y extensivo
- Económico en teoría y práctica
- Motor suena tosco
- Asientos delanteros cortos
- Sistema infotainment ya antedatado