Fiat 500 electric

Mira las fotos y la respuesta es inmediatamente clara: ¡sí! El Fiat 500 e tiene el aspecto icónico de todas las generaciones anteriores, pero se ha desarrollado aún más en el presente. Los faros están medio hundidos en el capó y, junto con el morro alto y elevado con la parrilla cerrada, proporcionan un aspecto duro y seguro. La curva de la parte inferior del parachoques forma una rejilla que aporta el aspecto alegre característico del 500. Un detalle ingenioso son los tiradores de las puertas, que están empotrados en las mismas sin necesidad de una compleja ingeniería.

Gracias a su nuevo aspecto, el 500 e parece mucho más grande que antes, pero en realidad el coche es sólo 6 cm más largo y ancho que la generación anterior. Este último sigue a la venta junto a esta versión eléctrica por ahora, porque no en todas partes se está tan avanzado en la conducción eléctrica como en Europa Occidental.

Equipamiento

No sólo desde el exterior el 500 ha dado un salto en el tiempo, también el interior se ha vuelto mucho más moderno. A pesar de un diseño casi minimalista, con sólo una pantalla central y un reducido número de mandos, el carácter lúdico del 500 se ha mantenido. Por ejemplo, el color de la carrocería se funde con la parte superior del salpicadero y éste queda abrazado por un elegante arco en la parte inferior.

Todo esto no sólo queda bien en el 500, sino que también es mucho más práctico de usar (espacio) y lógico de manejar (ergonomía). Se ha suprimido la palanca de cambios. El 500 e se maneja con sencillos botones para "avanzar", "marcha atrás" y "aparcar". No hay relojes detrás del volante, sino una pantalla de visualización. Fiat aprovecha esta ventaja para ofrecer diferentes configuraciones en las que cada elemento es protagonista (navegación, consumo o velocidad).

Fiat no sólo llega tarde a la introducción de un coche totalmente eléctrico, sino que también se ha quedado rezagada en cuanto a las funciones de infoentretenimiento y semiautoconducción. Sin embargo, lo está compensando con el 500 e. La versión tope de gama conducida aquí cuenta con un moderno sistema de infoentretenimiento compatible con Apple CarPlay, Android Auto y carga por inducción. La asistencia al conductor incluye detección de ángulo muerto, control de crucero adaptativo y frenado automático en caso de peligro. Una app permite al conductor comunicarse con el coche a distancia. Esto tiene sentido, por ejemplo, para supervisar el proceso de carga o para enfriar o calentar el habitáculo antes de un viaje sin afectar a la carga de la batería.

Espacio

Como en el 500 anterior, el asiento está relativamente alto. Incluso con el asiento en la posición más baja, el conductor de prueba buscó repetidamente, pero sin éxito, una forma de bajarlo. Afortunadamente, el volante es lo suficientemente ajustable como para conseguir una buena posición de asiento. En trayectos largos, se nota que los asientos son bastante "planos" y, por tanto, no sujetan el cuerpo de forma óptima. También desafortunado: los reposacabezas no son lo suficientemente altos para garantizar la seguridad de los conductores altos. Todos los asientos están tapizados con un material extraído de residuos plásticos del mar. Este tejido es agradable al tacto y, además, tiene un aspecto tan atractivo que eleva todo el interior a un nivel superior.

Dado el tamaño del coche, no es de extrañar que tanto el espacio trasero como el maletero sean pequeños. Con un conductor y un copiloto acomodados, es posible recorrer distancias cortas con cuatro personas, pero no es cómodo. En el maletero, se puede encontrar un cable de carga en una funda ordenada (para que el maletero no se ensucie si el cable lo hace). Bajo el suelo se ha dejado espacio para un cable de carga que puede utilizarse para cargar en el enchufe de casa.

Conducción eléctrica

El 500 e está disponible con una batería estándar (24 kWh) y un motor eléctrico estándar (94 CV) o con una batería extra potente (42 kWh) y un motor eléctrico extra potente (118 CV). Si se elige la primera opción, el 500 e tiene un precio muy competitivo, apenas más caro que otros coches similares con motor de gasolina. Sin embargo, el coste por kilómetro es mucho menor. Con ello, Fiat rebaja el umbral de acceso a la conducción eléctrica, y es precisamente con esta versión con la que Fiat puede llevar a cabo la misma revolución que con el modelo arquetipo de 1957.

Sin embargo, el coche de pruebas es la versión con la batería más potente, el motor eléctrico más potente, el equipamiento más rico e incluso un descapotable. Esto conlleva un precio elevado, pero aun así los costes de funcionamiento son muy inferiores a los de un coche con motor de combustión interna. Que el coche de pruebas esté equipado con el potente motor se nota bastante: el 500 e es vivo e incluso viciosamente rápido, como sólo puede serlo un coche eléctrico. Esto no sólo se aplica al sprint desde parado, incluso de 100 a 120 km/h el 500 e es rápido. Como las prestaciones se ofrecen en silencio, la sensación es superior a la de un coche que sólo puede hacerlo rugiendo y bramando.

Otra ventaja de la conducción eléctrica es la posibilidad de conducir con un solo pedal, y el 500 e ofrece esa posibilidad. Cuando se elige el "modo autonomía", el coche frena bruscamente al soltar el acelerador. Entonces, la energía cinética se convierte en electricidad, ahorrando energía. A diferencia de otros coches eléctricos, el 500 e no permite ajustar la intensidad con la que se retiene al soltar el acelerador, pero el ajuste por defecto no es, afortunadamente, para quejarse. En autopista, el modo estándar es el más agradable. Luego, al soltar el acelerador, el 500 e rueda como un coche convencional.

Con su batería de 42 kWh, el 500 e puede recorrer teóricamente 300 km (norma WLTP). A pesar de que la prueba de conducción se realizó a bajas temperaturas (desfavorables para los coches eléctricos) y con un estilo de conducción desenfrenado (la tentación era demasiado grande), se pudo alcanzar la autonomía prometida. Un trayecto por ciudad requirió 15 kWh / 100 km. En autopista, el coche de pruebas consumió 14,1 kWh / 100 km. Se puede cargar a 11 kW en un punto de recarga público y a 85 kW en un cargador rápido.

Manejo en carretera

El placer de conducir no sólo procede del motor, sino también del manejo. Debido a las baterías, los coches eléctricos son pesados. Con 1.400 kg, el 500 e no es un peso ligero, pero el chasis consigue disimularlo en su mayor parte. Sólo cuando se toma deliberadamente una curva demasiado rápido se nota que los neumáticos no pueden forzar el peso en última instancia en el curso deseado. Entonces el 500 e pierde adherencia antes que un coche más ligero y el sistema electrónico de estabilidad tiene que intervenir.

En la ciudad, el radio de giro es pequeño y agradable. Por lo tanto, todavía se puede tomar una curva en el último momento. La dirección es muy ligera y casi insensible, pero directa. Esto confiere al 500 e un carácter vivo y el placer de conducción por el que el 500 es conocido desde hace décadas.

Conclusión

¿Es el Fiat 500 eléctrico más divertido que cualquier coche eléctrico? Sí, sin lugar a dudas. Y como las generaciones anteriores, el 500 lo hace con un aspecto atractivo y un carácter vivo. Que el precio sea también "más divertido" depende mucho de la versión elegida.

La versión básica con batería de serie y motor ligero gana ampliamente a la competencia. El 500 e más sencillo no solo es más divertido, sino que también ofrece mucho más coche que los coches eléctricos actuales con el mismo precio.

Si se opta por las versiones más potentes y ricas, la diferencia con la gama existente se estrecha. Comparado con la competencia, el 500 e ofrece una tecnología similar (prestaciones, autonomía, opciones de carga, equipamiento, seguridad) pero, de nuevo, mucho más carácter.